Margaret
vivía en una ciudad bulliciosa y llevaba mucho tiempo soñando con un porche desde
el que observar el silencio del horizonte. Se veía a sí misma en un cobertizo
muy limpio sin otro adorno que una silla para sentarse. La línea del fin del
mundo en frente, tan inalcanzable y nítida.
De momento saciaba su deseo de
infinito en los museos. Fue en
uno de esos museos donde se topó con Hopper. Gracias a una recopilación
especial de obras que había cruzado la línea de un ancho mar para exponerse en
su ciudad. Las pinturas venían de otro
continente y los personajes que las habitaban de lugares mucho más lejanos.
Le llamó
la atención el vacío en el que se desarrollaba la obra del autor. Y pasó horas
observando los cuadros. Cuando entendió que Hopper pinta dentro del silencio se
coló dentro de un cuadro. Para experimentar la calidez de los lugares que no
tienen palabras.
Los
personajes de Hopper están fuera de lugar. Alguien se equivocó en el reparto de
sus cuerpos y acabaron depositados en un lugar incorrecto. Ellos saben que no
están donde deberían, por mucho que sus congéneres intenten convencerles de lo
contrario. Por eso, cuando tienen oportunidad se cuelan en los cuadros de
Hopper buscando refugio.
“Helena de Esparta,
Helena de Troya, Helena la Argiva, Helena la Aquea, (…) la desvergonzada, la
seductora, (…) la ruina de Ilion” La perdición de Teseo, la amante de
Paris, la infiel, la perjura, la promiscua. Helena.
¿Quién es Helena sin su marido, sin su
amante, sin su padre,… sin su vergüenza? ¿Qué nos
define? Medea ha tenido numerosas
ocasiones de explicarse por sí misma (Ovidio, Eurípides, Shakespeare…). Pero
Helena, la mujer trofeo, poseedora de ese amargo y codiciado don que es la
belleza nunca tuvo foro para exponer sus razones. Miguel del Arco, que se atreve con lo más consagrado (desde Pirandello
a Nuria Espert), ha enmendado el error y ha subido al púlpito a Carmen Machi
para que encarne a Helena y nos cuente en primera persona la versión de su
historia.
Carmen
Machi entra en escena y necesita solo un minuto para arrancarte la voluntad, arrastrarte
hacia su ira y ponerte de su parte. En este estado el espectador recorrerá la
vida de la mujer mas bella del mundo desde la primera violación siendo niña
hasta hoy, el día de este juicio en que asqueada de su leyenda Helena reclama
el olvido. Entre copa y copa de vino se explaya en los detalles de su
infortunio y mirando hacia los cielos recrimina a Zeus Todopoderoso el trato que le reservó como
padre y como Tirano.
Dice
del Arco que concibió la obra para La Machi y acertó porque la actriz despliega
su abanico de recursos y se trae a lo tragicómico el drama de la Aquea pasando
del odio al ingenio sin mediar transición. No le voy a restar valor al trabajo
de Carmen, que está soberbia, pero si resaltaré
que se apoya en un texto brillante que demuestra el arte de del Arco en la difícil
empresa de transgredir mitos.
Un
texto exquisito. Lo suficientemente inteligente para rebajar a los inmortales a
la categoría de humano. Escenografía escueta, diseñada para que se diluya en la
sobriedad que necesita un clásico. Y la interpretación a la altura de una hija del
Olimpo. Una pieza de una contundencia perfecta.
Vayan
y juzguen señores si es cierto que Helena es vacua y zorra.
Los
golpes del destino se sucedieron para trazar el camino de Poe. Hijo de
actores tuberculosos malvivió hasta quedar huérfano, momento en que su fortuna
da un vuelco al ser acogido por una pareja adinerada. Le educan, lee, elabora
sus primeros textos pero en un intento de afirmarse y escapar de las normas el
poeta abandona los estudios y mas tarde el lecho familiar emprendiendo el vuelo
hacia su propia ruina.
La epopeya de este autor ha inspirado todo tipo de trabajos (Desaparecer), y es que
Poe es de los escritores que alimenta la leyenda romántica del artista
atormentado. Su experiencia vital y el alcohol sumados a una inteligencia
creadora y rebelde le llevaron a adentrarse en las obsesiones más oscuras. Pero
a pesar del delirio también disfrutó del don literario.
La poesía
fue su gran pasión aunque frecuentó la narrativa breve para procurarse
sustento. Después de conseguir reconocimiento con el cuento, género en el que
ya volcó las fascinaciones góticas que conforman su universo (El gato negro,Berenice..)
vuelve a su registro natural. En 1845 publicaEl Cuervo.
El poema surge en otra de las zozobras del autor, en que recupera un
sentimiento que le persigue para escribir las angustias de un hombre que ha
perdido a su amada, Leonore.
La noche del protagonista se ve interrumpida por ciertos ruidos (Nothing
more)que han de acabar en la
visita de un cuervo negro y misterioso que perturba su frágil equilibrio
emocional. El hombre se dirigirá al cuervo para reprocharle esta aparición
amenazadora a lo que el animal contestará. Consternado seguirá declamando sus
angustias y el cuervo irá respondiendo al final de cada verso con la lapidaria
sentencia:Nevermore.
El poema fascinó al público y devino popular enseguida
cumpliendo con las expectativas de Poe que lo escribió a tal efecto y lo relató
el mismo en los principales teatros. Otros intérpretes le han sucedido (V.Price,J.E.Jones) y
periódicamente aparecen adaptaciones (con Billy
Drago,Nevermore,Leonore) y tributos (Los Simpson) inspirados
en El Cuervo.
A los dos
años de la publicación del Cuervo muere su mujer y Poe emprende el último
vuelo a la oscuridad.