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viernes, 21 de diciembre de 2012

¿De dónde vienen los personajes de Hopper?

Margaret vivía en una ciudad bulliciosa y llevaba mucho tiempo soñando con un porche desde el que observar el silencio del horizonte. Se veía a sí misma en un cobertizo muy limpio sin otro adorno que una silla para sentarse. La línea del fin del mundo en frente, tan inalcanzable y nítida. 

De momento saciaba su deseo de infinito en los museos. Fue en uno de esos museos donde se topó con Hopper. Gracias a una recopilación especial de obras que había cruzado la línea de un ancho mar para exponerse en su ciudad.  Las pinturas venían de otro continente y los personajes que las habitaban de lugares mucho más lejanos.


Le llamó la atención el vacío en el que se desarrollaba la obra del autor. Y pasó horas observando los cuadros. Cuando entendió que Hopper pinta dentro del silencio se coló dentro de un cuadro. Para experimentar la calidez de los lugares que no tienen palabras.

Los personajes de Hopper están fuera de lugar. Alguien se equivocó en el reparto de sus cuerpos y acabaron depositados en un lugar incorrecto. Ellos saben que no están donde deberían, por mucho que sus congéneres intenten convencerles de lo contrario. Por eso, cuando tienen oportunidad se cuelan en los cuadros de Hopper buscando refugio.

Miss Plumtree



lunes, 10 de diciembre de 2012

Juicio a una Zorra de Miguel del Arco



“Helena de Esparta, Helena de Troya, Helena la Argiva, Helena la Aquea, (…) la desvergonzada, la seductora, (…) la ruina de Ilion” La perdición de Teseo, la amante de Paris, la infiel, la perjura, la promiscua. Helena.


¿Quién es Helena sin su marido, sin su amante, sin su padre,… sin su vergüenza? ¿Qué nos define?  Medea ha tenido numerosas ocasiones de explicarse por sí misma (Ovidio, Eurípides, Shakespeare…). Pero Helena, la mujer trofeo, poseedora de ese amargo y codiciado don que es la belleza nunca tuvo foro para exponer sus razones. Miguel del Arco, que se atreve con lo más consagrado (desde Pirandello a Nuria Espert), ha enmendado el error y ha subido al púlpito a Carmen Machi para que encarne a Helena y nos cuente en primera persona la versión de su historia.

Carmen Machi entra en escena y necesita solo un minuto para arrancarte la voluntad, arrastrarte hacia su ira y ponerte de su parte. En este estado el espectador recorrerá la vida de la mujer mas bella del mundo desde la primera violación siendo niña hasta hoy, el día de este juicio en que asqueada de su leyenda Helena reclama el olvido. Entre copa y copa de vino se explaya en los detalles de su infortunio y mirando hacia los cielos recrimina a  Zeus Todopoderoso el trato que le reservó como padre y como Tirano.

  


Dice del Arco que concibió la obra para La Machi y acertó porque la actriz despliega su abanico de recursos y se trae a lo tragicómico el drama de la Aquea pasando del odio al ingenio sin mediar transición. No le voy a restar valor al trabajo de Carmen, que está soberbia, pero si  resaltaré que se apoya en un texto brillante que demuestra el arte de del Arco en la difícil empresa de transgredir mitos.

Un texto exquisito. Lo suficientemente inteligente para rebajar a los inmortales a la categoría de humano. Escenografía escueta, diseñada para que se diluya en la sobriedad que necesita un clásico. Y la interpretación a la altura de una hija del Olimpo. Una pieza de una contundencia perfecta.

Vayan y juzguen señores si es cierto que Helena es vacua y zorra.

Miss Plumtree



martes, 4 de diciembre de 2012

Las alas negras de Edgar Allan Poe. El Cuervo.




Los golpes del destino se sucedieron para trazar el camino de Poe.  Hijo de actores tuberculosos malvivió hasta quedar huérfano, momento en que su fortuna da un vuelco al ser acogido por una pareja adinerada. Le educan, lee, elabora sus primeros textos pero en un intento de afirmarse y escapar de las normas el poeta abandona los estudios y mas tarde el lecho familiar emprendiendo el vuelo hacia su propia ruina. 

La epopeya de este autor ha inspirado todo tipo de trabajos (Desaparecer), y es que Poe es de  los escritores que alimenta la leyenda romántica del artista atormentado. Su experiencia vital y el alcohol sumados a una inteligencia creadora y rebelde le llevaron a adentrarse en las obsesiones más oscuras. Pero a pesar del delirio también disfrutó del don literario.

La poesía fue su gran pasión aunque frecuentó la narrativa breve para procurarse sustento. Después de conseguir reconocimiento con el cuento, género en el que ya volcó las fascinaciones góticas que conforman su universo (El gato negro, Berenice..) vuelve a su registro natural. En 1845  publica El Cuervo. El poema surge en otra de las zozobras del autor, en que recupera un sentimiento que le persigue para escribir las angustias de un hombre que ha perdido a su amada, Leonore. 


La noche del protagonista se ve interrumpida por ciertos ruidos (Nothing more) que han de acabar en la visita de un cuervo negro y misterioso que perturba su frágil equilibrio emocional. El hombre se dirigirá al cuervo para reprocharle esta aparición amenazadora a lo que el animal contestará. Consternado seguirá declamando sus angustias y el cuervo irá respondiendo al final de cada verso con la lapidaria sentencia: Nevermore.
 El poema fascinó al público y devino popular enseguida cumpliendo con las expectativas de Poe que lo escribió a tal efecto y lo relató el mismo en los principales teatros. Otros intérpretes le han sucedido (V.Price, J.E.Jones) y periódicamente aparecen adaptaciones (con Billy Drago, Nevermore, Leonore) y tributos (Los Simpson) inspirados en El Cuervo.
A los dos años de la publicación del Cuervo muere su mujer y Poe  emprende el último vuelo a la oscuridad.


Miss Plumtree