El gabinete Europeo de analistas encargado de estudiar la salida de la crisis, el conflicto palestino y la multiplicación de panes y peces acaba de contratar un Gurú de vastísimo prestigio para acometer el reto del nuevo milenio: diseñar una Europa a gusto de los Mercosí.
Hasta la fecha el equipo de expertos no había sido capaz de ofrecer un proyecto que agradase lo suficiente a la pareja, a quien disgustó el último diseño propuesto por tener los colores de siempre, muchas playas y una cantidad innecesaria de Islas en el Mediterráneo.
El matrimonio tachó de mediocres las ideas que hasta la fecha les habían expuesto y sugirió a su gabinete que confiara el rediseño de Europa a un Gurú capaz de acometer el reto desde un prisma mas moderno, integrador del paisaje, con muchas banderas pero de un solo espíritu, parques, tiendas, casinos pero sin sindicatos ni ideologías terminadas con el sufijo “ismo”.
Parece que la reforma del Gurú contendrá elementos económicos indispensables para que los mercados financieros puedan continuar campando a sus anchas. Pero el auténtico éxito de su propuesta consiste en contratar a IKEA para que se haga cargo del diseño territorial Europeo.
Aunque los Mercosí se han impuesto como prioridad uniformizar la orografía del viejo continente y dotar de algo mas de colorido las regiones del norte, finalmente se ha acordado que las primeras obras se llevarán a cabo en España, donde se deben acometer reformas por un tubo: eliminar municipios, quirófanos, autonomías, edificios, los afluentes del Ebro, 2.300 rotondas, otros tantos aeropuertos, y un tramo del Ave que da al mar.
Los Mercosí parecen por fin entusiasmados y hasta le han prometido al Gurú uno de los países sobrantes para que se construya en él un modesto palacete y lo decore con telas de Damasco y mantelerías de Portugal del ajuar personal de la pareja.
Miss Plumtree
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